diciembre 9, 2024
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Podemos celebrar la visión de las canciones de Ricky Rubio como una realidad. Lo mire por donde lo mire, estamos por delante de una gran noticia. Para el fútbol español recupera a uno de sus principales referentes. Para la selección, cuál jerarquía es incuestionable. Y para Barcelona me embarco esta vez en una reconstrucción en la que quiero priorizar el producto nacional. Nadie mejor que Ricky para terminar el proyecto azul. Pero en este caso, y esto es lo que lo hace realmente especial, los efectos beneficiosos de la vista no se limitan únicamente al universo deportivo.

Al famoso deportista se le suele pedir, ya muchas veces, que además de su destreza profesional, dé ejemplo en todo lo que hace y dice dentro y fuera del campo en lo que hace. En un mundo donde no abundan los referentes positivos, en la figura del deportista hay muchas virtudes, valores y comportamientos hasta el extremo. Les pedimos que sean excelentes deportadores, expertos tertulares, especialistas en política nacional e internacional, conocedores no sólo de enigmas, sino provistos de soluciones, ya sea que el problema derrote a un rival o resuelva la crisis climática.

Ante la pequeña exigencia, son habituales las sorpresas y engaños cuando el susodicho no alcanza la perfección imaginada. Sea como sea, el impacto que las acciones, ideas y opiniones de las estrellas del deporte tienen en esta sociedad es indiscutible. Así se lo dijo Rafa Nadal, que vive el momento más delicado de su carrera y el motivo no es ni Roger Federer ni Novak Djokovic, sino un jardín inútil en el que tiene un método y al que le cuesta escalar.

Pero queríamos a Ricky. Desde que hizo público su problema el pasado mes de agosto, cuando abandonó la concentración de la selección, su nombre y su historia ya están asociados al bienestar mental. No es el primero ni será el último. Pero lo bueno en este caso es que no parece haber mejor personaje para estar a la altura de las circunstancias en el doble ámbito de visibilización y concienciación sobre un problema transversal, del que nadie está a salvo y ante había hecho muy poco, se trataba sólo de malentendidos o directamente de ocultamiento.

En su presentación oficial como jugador del Barcelona, ​​Ricky supo hablar y reflexionar con naturalidad, mostrando emociones sinceras y reflexiones aparentemente sencillas, pero que llevaban consigo una enorme carga vital. De esta forma, una vez más, normaliza tu situación, habla de ella con la misma naturalidad que lo hacemos cuando se trata de otros problemas menos “malos”. Ricky sabe por el mundo lo que ha pasado estos meses, lo que está pasando y lo que él espera que le pase en el futuro. Y lo pone al alcance de todos. Desde quien la padece, hasta quien puede servirle su experiencia y además porque todos entendemos mucho mejor, lo que significa una enfermedad mental. Algo que no molesta a aquellos en quienes invertimos, casi como si Dios fuera libre de permitirlo.

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