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Carlos Alcaraz Cierra la puerta a los apagones y abre el altísimo nivel de concentración y confianza en lo que te permite observar grandes momentos en esta semana cuando ingresas a Roland Garros. Deshace a Felix Auger-Aliassime, de 23 años y 21 del mundo, en dos horas y 20 minutos sin apenas perturbaciones en una chimenea cercana a su corazón. El set se perdió antes de que Jesper de Jong pidiera muchos más y muchos más a este Alcaraz que firmó 33 goles y esperanzas con goles a Stefanos Tsitsipas (ganando a Matteo Arnaldi por 3-6, 7-6 (4), 6-2 y 6 -2).
Aliassime había anunciado que el español temblaba en su primera ronda bursátil, y accedió a optar de nuevo. Una vez más Alcaraz fue duda, con el descanso por debajo nada más para comenzar el encuentro. Pero como en rondas anteriores, eso es lo que le hizo desesperarse. Partir de estos errores con este conocimiento que va evolucionando, recuperación del descanso y apoyo del canadiense al resto, otro aspecto muy mejorado por parte del murciano.
Tener una batalla de reveses, que lo mantiene fluido, certero, preciso a dos manos, y también de dejadas, que ambos saben cuándo parar y rendir de maravilla. Pero Alcaraz tiene algo más, como mano firme para conseguir tres opciones de rotación en el quinto juego. Una primera broma.
Se sigue el segundo paso. El canadiense no se mueve con resolución hasta llegar al punto. El murciano se libera del dolor y se ha olvidado de temerle el antebrazo. Participa pacientemente en otro maravilloso intercambio de reveses y rompe con una dejada; ata a Aliassime, que tiene intención de entregárselo después. Pero de todos modos no hay Alcaraz en este golpe y mucho menos con el empuje, con el que se mueve sin medo, y la sentencia del murciano se pica; y el siguiente, con uno que recorre 120 kilómetros por hora; y el siguiente, con uno alto ajustado hasta abajo. Y también cae, en la misma opción de rotación, que enlaza con la volea, porque el taco de Alcaraz cierra esas oportunidades (2/8 en el primer set, 6/16 en el final del choque), pero se puede trabajar más hasta que sube. Establecido en 47 minutos.
Con todo, ante esta hazaña (16 errores en la primera parte) que, a partir de este parón, poco se le ve al que ganó a Nadal en 2022, con esos cinco sets de agresividad y confianza que le elevaron a Será uno de los únicos tres jugadores que forzaron cinco mangas en español (con Djokovic en la semifinal de 2013 y John Isner en la primera ronda de 2011). Dudas del segundo set Este Aliassime, inconsistente en el gol final pese a ganar el punto con empeño. Y este Alcaraz se abre, sufre la roja, gira con más fiereza, se deleita con las dejadas y se convierte en un paso increíble porque es un golpe en la carrera que sigue a la fuga y un coraje para desesperar al personal de la siesta.
Aliassime es atendido en la zona inferior del hombro y también recurre a los tres minutos de atención médica en el traje. Practica los derechos imaginarios de Alcaraz para no perder el tiempo en este estado de gracia en el que has entrado con tu guía. Es una pared delgada, tanto que sube con un poco más de mordiente el canadiense entre el parón y la pastilla. «Seguimos ahí duros», dirigida por Juan Carlos Ferrero; y así ejecuta el murciano, que ya sabía que las dejadas salen perfectas y mortificaba el problema físico del rival.
Aliassime persiste, no es un mal gesto ni una renuncia, pero es una señal de la intensidad que le ha impuesto España, con 16 golpes acertados en el segundo partido que se libró con otro pase impecable, esta vez cruzado.
Ahí, instalado en el asiento rojo del canadiense, que tuvo la soberbia de superar al español, que lo había conseguido en los tres primeros partidos, pero que en los últimos tiempos no había podido colocarse de ninguna manera abierto a este Alcaraz ya su método de entrenamiento en las colinas.
Libre de presiones, llega el parón tras tres opciones no probadas hasta ahora, Alcaraz seguirá sometiendo un nivel de juego superior: apuntar sin apuntar y el lateral izquierdo cruzará la pista como un obstáculo; la bolsa le ofrece más de un punto gratis, imposible para el canadiense descifrarlo con garantías de excelencia, y también el permiso para mantener un alcance al rival, que tampoco tiene fuerzas para correr hacia por las dejadas.
Con una Perfecta, de volea, el español termina, de las once convertidas. Y estoy más en la lista para lo que viene, que es un Stefanos Tsitsipas que ganó a Matteo Arnaldi y ya sabéis que será finalista en esta Philippe Chatrier.
«Estoy muy contento con mi rendimiento, con un gran nivel de tenis, sin altibajos. Mucha felicidad con mis movimientos, lo sé, con todo. El cara a cara fue favorable para él y es un gran jugador, así que estoy muy contento de haber disputado este partido. Me sintió muy fuerte en los peloteos, y así pudo trabajar para conseguir oportunidades de romper el saque de mi rival. Lo más importante es crearme yo mismo aunque no tenga muchas piezas de preparación. No tenía mucho ritmo, pero con el equipo hicimos un buen trabajo y cada día en Roland Garros mejoramos mucho después de cada entrenamiento y de cada partido. Éste es el lugar para jugar: con la historia que encierra esta pista, y ahí es donde se da el cien por cien», comentó tras el partido el murciano, que confesó haber visto el partido del Real Madrid y luego un poco del choque de Novak Djokovic. , incluso si quisiera irme.
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