La Corte Suprema de Israel anuló el lunes un controvertido plan gubernamental para limitar los poderes del poder judicial, en una medida sin precedentes que reavivó feroces tensiones en el país mientras el primer ministro Benjamín Netanyahu declara la guerra a Hamás en Gaza.
El tribunal dictaminó, por ocho votos contra siete, que una enmienda gubernamental a la llamada ley de razonabilidad no debería mantenerse. El proyecto de ley despojó a la Corte Suprema del poder de declarar irrazonables las decisiones del gobierno y fue el primer paso importante en un esfuerzo múltiple para debilitar el sistema de justicia que será aprobado por la Knesset, el parlamento de Israel, el año pasado.
El veredicto reabrió un emotivo y acalorado debate que se había desatado en Israel durante todo 2023 pero que desde entonces había sido dejado de lado. Ataques de Hamás el 7 de octubre. Y podría causar divisiones dentro del gabinete de guerra de Israel, compuesto por Netanyahu y dos destacados críticos de sus esfuerzos por reformar los tribunales.
Los próximos pasos de Netanyahu serán seguidos de cerca por todas las partes, con la amenaza de una crisis constitucional en ciernes si intenta impulsar el controvertido cambio.
En su fallo, la Corte dijo que rechazaba la enmienda porque asestaría un “golpe duro y sin precedentes a las características fundamentales del Estado de Israel como estado democrático”.
La ley, que entró en vigor tras ser aprobada en julio, despojó al tribunal de su poder para vetar decisiones gubernamentales consideradas “irrazonables”. Grandes sectores de la población israelí se han opuesto al cambio, según las encuestas de opinión, que según los críticos socavaría la independencia de los tribunales y dañaría la democracia israelí.
Entre los que se opusieron al plan se encontraban los dos compañeros del gabinete de guerra de Netanyahu. Yoav Gallant, el ministro de Defensa, se convirtió en el primer miembro del gabinete de Netanyahu de antes de la guerra en oponerse públicamente a sus planes en marzo, lo que provocó su despido temporal antes de ser reintegrado. Y Benny Gantz, líder del partido opositor Unidad Nacional de Israel, encabezó protestas contra estos esfuerzos a principios de este año.
Tras el veredicto del lunes, Gantz dijo que la decisión del tribunal “debe ser respetada”.
“Estos no son días para discusiones políticas, hoy no hay ganadores ni perdedores. Hoy sólo tenemos un objetivo común: ganar la guerra juntos”, afirmó.
“Después de la guerra tendremos que regular las relaciones entre las autoridades y promulgar una ley básica que también consolidará el estatus de las leyes básicas”.
Lea todas las reacciones a la frase.